Serbia es un país hermoso, acogedor y fascinante que está situado en el sureste de Europa, en la península de los Balcanes. Es conocido, además de por su historia reciente, por tener uno de los destinos de fiesta más populares de Europa, Belgrado, la capital, por lo que es una región muy visitada por los jóvenes. Es un país muy diverso, con pueblos idílicos, fantásticos parques nacionales, altas montañas y equipadas estaciones de esquí todo dentro de un mismo país.
Quizás algunos estéis reacios a visitar Serbia debido a los hechos recientes de la historia del país pero es bien sabido que es un país amigable y acogedor. Los ciudadanos han dejado atrás las guerras de los años noventa para dar paso a la organización de animados festivales, al cuidado de sus espectaculares paisajes y la realización de eventos deportivos, como el tenis y el esquí, de primer nivel. Entre los festivales más conocidos del país está el EXIT Festival celebrado anualmente en Novi Sad.
Qué hacer en Serbia
La capital del país, Belgrado, es un destino turístico de primer nivel que ofrece los mismos alicientes que otras capitales europeas como actividades culturales, sitios interesantes para visitar, un ambiente único para dar un paseo por sus calles y, por supuesto, festivales de música.
Puedes entender y conocer la historia de Belgrado haciendo una visita a alguno de sus museos o contratando un circuito guiado durante tu estancia. El Belgrado Undergrown Tour es una fascinante excursión que te lleva a conocer desde ruinas romanas a bunker subterráneos de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Fría. El Museo de Nikola Tesla, por su lado, es un interesante museo repleto de elementos interactivos para ayudarte a entender quién era este interesante inventor e ingeniero y los trabajos que realizó.
Al sur de Belgrado encontrarás espectaculares formaciones montañosas y es donde se puede ver el patrimonio religioso y cultural del país mediante la visita a tres monasterios: el Sopoćani, el Žiča y el Studenica. Son lugares que merece la pena visitar especialmente si quieres alejarte del ritmo de la ciudad.
En la cuidad de Novi Sad se celebra anualmente el EXIT Festival y es donde, además podrás encontrar un destino maravilloso para explorar la arquitectura y disfrutar de otras actividades culturales. Es una buena alternativa a la capital. Si tienes tiempo suficiente, podrás disfrutar del festival, que dura solo cuatro días, y es muy recomendable si te gusta la música en directo y el ambiente de los festivales de verano.
Qué comer
De la misma manera que lo es el país, la gastronomía es también muy diversa. En el menú podemos encontrar influencias de cocinas como la balcánica, la de otros países europeos y la oriental. Los ingredientes más utilizados son las carnes y las verduras, además son unos apasionados de la pastelería. Las comidas tienen un alto nivel calórico y puedes asegurarte de que podrás pasar horas con una sola comida.
Entre los platos más populares podemos encontrar el Ćevapi (que es una carne asada en forma de salchicha y servida con cebolla y crema agria), el Pljeskavica (que es una especie de hamburguesa servida con distintas salsas típicas) y el Pečenje (que es cerdo asado). Las sopas y los guisos son muy populares también en la cocina serbia.
Los que disfrutamos con los dulces no debemos dejar probar un exquisito Baklava, que es un pastel elaborado con pasta de nueces en masa filo y con miel, o un Krofne, que es una especie de bollo berlina que puede estar relleno de jalea, mermelada o chocolate.
Entre las bebidas espirituosas, la cerveza y el vino son de las más populares. Otra bebida típica es la Rakija serbia que es un licor similar al brandy que puede estar destilado con diferentes tipos de frutas como la ciruela, el albaricoque y la pera entre otras.
Clima
Serbia disfruta de un clima continental moderado, de forma que no alcanza las temperaturas altas de Grecia ni las bajas de Rumania, dos de sus países vecinos. Esto asegura que durante el año se disfrutará generalmente de un clima agradable, aunque, lógicamente el invierno es más frío y húmedo. Las temperaturas medias durante los meses de agosto y septiembre pueden alcanzar los 21ºC por lo que la capital puede estar más repleta en esta época. El mejor momento para hacer una visita a Serbia suele ser finales de la primavera o principios del otoño, cuando podrás disfrutar de periodos más largos de luz y calor. Momento en el que puedes aprovechar para practicar senderismo o ciclismo.
Cómo llegar a Serbia
Volar al aeropuerto de Belgrado es la mejor forma de llegar a Serbia y estarás en el centro de todo lo interesante. El aeropuerto fue bautizado con el nombre de Aeropuerto de Belgrado Nikola Tesla en 2006, en honor a su famoso inventor. Está situado a 18 kilómetros al oeste de la capital y la forma más rápida, fácil y más asequible de llegar hasta tu hotel es mediante un traslado con Shuttle Direct. Esto te permitirá disfrutar del viaje sin preocuparte por buscar tu alojamiento en una de las capitales más grandes de Europa.
Lo que no debes perderte en Serbia
Parque Nacional de Tara – Un lugar especialmente recomendable para visitar después de estar visitando Belgrado es el Parque Nacional de Tara una zona de particular belleza natural. Aquí podrás ver también el cañón del río Drina, uno de los cañones más grandes del mundo. Es en esta zona donde los más aventureros atraviesan el río en balsa. Dos de los pobladores más interesantes de esta zona son el oso pardo y el árbol en peligro de extinción del Pančićeva.
La Fortaleza de Kalemegdan – Belgrado ofrece al visitante mucho más que fiesta, también podrás descubrir su interesante historia. La Fortaleza de Kalemegdan es uno de esos lugares donde podrás vivir la historia de Serbia pues sus piedras han visto más de 115 batallas. Esto se debe a la posición estratégica del país y de su capital en Europa, y ha sido motivo de celo por hunos, romanos, bizantinos y turcos, entre otros. Ahora es un lugar fascinante para descubrir la extensa historia de Belgrado.
Sopoćani – Aunque hay tres magníficos monasterios que te recomendamos visitar, si no tienes tiempo suficiente y debes elegir, no debes perderte el monasterio de Sopoćani que es Patrimonio de la Humanidad. Este monasterio fue construido entre 1259 y 1270 para el rey Uros y fue destruido por los turcos en 1600 y restaurado en 1920. En este monasterio podrás admirar sorprendentes frescos del arte medieval, incluyendo el famoso fresco de la Dormición de la Virgen.
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