Cuando uno piensa en Mónaco, lo primero que viene a la mente son cosas como yates, millonarios, casinos de lujo, Fórmula 1, hoteles lujosos de gran altura y un país con una inmensa riqueza. Estos detalles son solo algunos de los que te atraerán de este pequeño país. Su situación idílica en plena Costa Azul y el hecho de ser el lugar preferido de vacaciones de las grandes fortunas y de los famosos de Europa, son también atractivos que harán que contagies del glamour.
Esta pequeña ciudad-estado independiente, que cuenta con menos de tres kilómetros cuadrados, es el segundo estado más pequeño y densamente poblado del mundo. Esto le proporciona un ambiente único y próspero pero si estás pensando en un destino tranquilo frente al Mediterráneo, debes buscar en otros lugares de la Costa Azul o de la Riviera Francesa.
Gracias a su clima cálido y la alta densidad poblacional de millonarios, que componen casi un 30% de los habitantes, el país está repleto de casinos y hoteles de lujo que junto con el Gran Premio de Mónaco, han convertido al principado en un destino turístico de primer nivel, especialmente en verano.
Qué hacer en Mónaco
Siendo un país tan pequeño, es fácil poder ver Mónaco en poco tiempo y puedes permitirte el lujo de no dejarte nada en el tintero. Tanto a los que os gusten los juego de azar como a los que no, os recomendamos que visitéis y disfrutéis del ambiente de los casinos. El mundialmente conocido Casino de Montecarlo es, además, el más asombroso y debe ser el único de todos que no te puedes perder ya que es uno de los más lujosos de Europa con su arquitectura de Beaux Arts. Cuando decidas visitar los casinos, es importante que recuerdes que las zapatillas deportivas están totalmente prohibidas e, incluso, algunas salas pueden requerir traje y corbata.
La ciudad Mónaco puede resultar un país un poco abrumadora pero la zona de Le Rocher puede proporcionarte un respiro. El casco antiguo se asienta sobre una gran roca, lo que le ofreció una importancia estratégica vital, divisando en mar, durante la época de la dinastía Grimaldi. Merece la pena pasear por sus calles medievales observando el mar a lejos y el resto de Mónaco por encima. Una buena idea es ver el cambio de guardia y comer en alguno de los fabulosos restaurantes.
Qué comer
Al estar situado junto al mar Mediterráneo, la gastronomía de Mónaco está constituida principalmente por pescados y mariscos. El bacalao y las anchoas son dos ingredientes principales en el menú, pero con tantos restaurantes excelentes por metro cuadrado, podrás probar multitud de platos. El clima mediterráneo también favorece que este país sea un claro exponente de ingredientes como la cebolla, las aceitunas o el ajo, que suelen estar presentes en las recetas.
El componente principal de la gastronomía monegasca es la cocina mediterránea pero también podemos encontrar influencias de la cocina francesa e italiana, que goza de una excelente calidad.
La bebida nacional es el champán, que goza de una excelente reputación y calidad. Haz como los monegascos y disfruta de un vaso en la comida o en la cena. Los vinos italianos y franceses también son muy populares en esta región.
Clima
Gracias a su ubicación en la Riviera francesa, Mónaco tiene el privilegio de gozar de un clima excepcional. La brisa marina ayuda a mantener unas temperaturas suaves y estables, tanto en el verano como en el invierno.
A mitad del verano la temperatura media es de 26Cº, pero en esta época Mónaco tiene muchos visitantes por lo que es posible que te cueste encontrar alojamiento o sitio en los restaurantes. La época otoñal o primaveral es la más agradable y merece la pena valorar hacer una visita en estos meses del año. La temperatura media durante estas estaciones está en torno a los 20Cº, el país tiene algunos visitantes menos y los precios son algo más asequibles que en temporada alta. El invierno es, lógicamente, la época más fría del año, pero el lado positivo es que podrás encontrar unas ofertas excelentes en hoteles y restaurantes.
Cómo llegar a Mónaco
Mónaco no tiene aeropuerto por lo que deberás dirigirte al más cercano para poder llegar a tu alojamiento en avión y ese es el Aeropuerto de Niza que se encuentra a unos 22 kilómetros de distancia. Muchas compañías aéreas disponen de vuelos desde España hasta este aeropuerto. La duración del vuelo es de algo menos de dos horas.
También puedes acceder a Mónaco en tren desde España pues la parada Gare de Monaco se encuentra en Montecarlo y forma parte de la red ferroviaria europea, aunque lo más probable es que tengas que hacer trasbordo.
Sea cual sea la forma en la que llegues a Mónaco, la forma más rápida, sencilla y asequible de llegar hasta tu alojamiento en cualquier parte del país, es reservar un traslado con Shuttle Direct. Podrás encontrar opciones de traslados para todo tipo de presupuestos y cualquiera que sea el tamaño del grupo con el que viajas.
Lo que no te puedes perder de Mónaco
- El Palacio Real – Si quieres escapar de la vista de los rascacielos y los casinos, el Palacio Real ofrece unas características bien distintas. Es aquí donde podrás contemplar el cambio de guardia y en su interior aprender más acerca de Mónaco y la dinastía de los Grimaldi mientras disfrutas de unas excelentes vistas.
- Museo Oceanográfico –Se trata de un impresionante edificio del barroco renacentista situado en un acantilado sobre el mar. Este museo es tan impresionante por fuera como por dentro. Dentro podrás admirar el espectacular esqueleto de una ballena, un acuario y diferentes especies de la fauna marina junto con otros objetos relacionados con las ciencias marinas. También hay una zona dedicada a las tortugas.
- Casino de Monte Carlo– Un viaje a Mónaco no puede estar completo sin una visita a este casino famoso. Las enormes columnas, los detalles en oro, los suelos de mármol, los candelabros y las pinturas gigantescas son solo una pequeña parte de lo grandioso que es este edificio. Además de los juegos de azar en el edificio también se puede disfrutar de espectáculos, bares, cafés y restaurantes. Ten cuidado si vas a probar suerte porque la visita podría salirte cara.
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