La pequeña comunidad alpina de Tignes es la nueva versión de una ciudad que fue completamente destruida en 1952. Lo que podemos ver de Tignes fue reconstruido para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992.
Por desgracia para el pueblo, después de la Segunda Guerra Mundial Francia necesitaba más fuentes de energía eléctrica, lo que obligó a construir una presa hidroeléctrica en el valle entre los años 1948 y 1952, en contra de la opinión los ciudadanos. Esto provocó una inmensa inundación que sumergió a la ciudad de Tignes por completo. Se hizo necesario reconstruir la ciudad de nuevo después del desastre y con motivo de los Juegos Olímpicos la localidad resurgió.
Tignes comienza de nuevo
Con la apertura de la presa y la pérdida de la antigua población, se tomo la decisión de construir una estación de esquí un poco más arriba, en la ladera cercana al Lago de Tignes. Es esta estación la que podemos visitar y disfrutar hoy en día en Tignes.
La estación de esquí de Tignes ocupa cinco poblaciones distintas pero relacionadas entre sí: Val Claret, Tignes le Lac, Le Lavachet, Tignes les Boisses y Tignes les Brevieres. Las cuatro primeras poblaciones fueron construidas durante el desarrollo de la presa y de la estación de esquí pero la última población es un antiguo pueblo con una vista muy diferente que la de los pueblos vecinos. Sin embargo, todos los pueblos tienen un acceso fácil y cómodo a las pistas de esquí.
Nieve asegurada durante toda la temporada
Al situarse a 3456 metros de altura, Tignes garantiza nieve durante toda la temporada, que comienza a principios de octubre y termina en mayo. Muy cerca, el glaciar de la Grande Motte, con vistas a la estación de esquí, continua teniendo una amplia zona de territorio para esquiar aún cuando se calienta el tiempo. Pero por si esto no es suficiente, el complejo cuenta con más de 100 cañones que aseguran la nieve en polvo.
Cómo llegar a Tignes
Si has decidido viajar en avión hasta Tignes, el aeropuerto que debes escoger como destino es el de Ginebra. Es un aeropuerto cercano y cuenta con muchas opciones de vuelos internacionales y de compañías de bajo coste para que elijas el vuelo que más te convenga. Tienes a tus disposición traslados desde el aeropuerto de Ginebra que te dejarán directamente en tu alojamiento. El camino hacia Tignes es complicado, un típico camino de montaña estrecho y con curvas, con lo que es mejor que optes por confiar en un conductor profesional que te lleve hasta allí mientras disfrutas del paisaje. Además, podrás llevar contigo tu equipo de esquí si lo deseas.
Si lo prefieres también dispones de traslados desde los aeropuerto de Chambery y de Turín pero estos aeropuerto cuentan con menos opciones a la hora de escoger tu vuelo.
Si has decido viajar en tren, la parada de tren más cerca a Tignes es la de Bourg Saint Maurice, desde la que solo tardarás media hora en coche. Desde esta estación de tren también tienes disponibles traslados frecuentes que te dejen en tu alojamiento de forma cómoda y segura.
Dónde alojarse
Hotel Lavachey. Este hotel tiene un sobresaliente por su ubicación y su valoración. El hotel al completo está decorado con madera en tonos rojizos que recuerdan a los bosques alpinos que lo rodean. Las habitaciones tiene un precio razonable y tienen unas preciosas vistas a las montañas y al encantador pueblo de Tignes.
Hotel Le Refuge. Fiel a su nombre, este hotel es un cálido y confortante refugio del frío de las laderas de la montaña. Las habitaciones son limpias y dan la bienvenida a los esquiadores cansados con unos cálidos edredones. La zona del comedor ofrece unas vistas panorámicas del espectacular lago y del glaciar Gran Motte, invitando a acomodarse y tomar una bebida caliente mientras admiras el extraordinario paisaje.
Hotel Les Suite du Montana. Este hotel de cinco estrellas está dividido en realidad en cinco chalets independientes, como si de una pequeña aldea de lujo se tratara, a los pies de las pistas de esquí. Amueblados al estilo de los chalets de esquí, las habitaciones de este hotel son acogedoras, con paneles de madera de pino e inspiradas en la montaña. Para el esquiador exigente, este hotel combina a la perfección el ambiente rústico y el lujo.