Situado en el interior, entre Rumania y Ucrania, Moldavia es uno de los países menos visitados de Europa y que apenas se tienen en cuenta. Sin embargo, el país tiene un encanto especial que te embrujará de inmediato gracias a su hermoso paisaje que hace que Moldavia parezca alejado del resto del mundo. Su economía se basa en la agricultura, principalmente en la producción de uno de los mejores vinos de toda Europa, asegurándole de esta forma una industria vinícola fuerte y próspera. Si eres un enófilo empedernido no puedes dejar de visitar este maravilloso país que solo depara sorpresas.
La capital del país, Chisináu, puede no ser tan conocida como otras grandes capitales europeas pero goza de un ambiente acogedor con multitud de restaurantes y tiendas que harán las delicias del visitante. No faltan tampoco, las actividades culturales y los lugares de interés turístico.
Como ocurre con muchos países de Europa del Este, la huella de la antigua Unión Soviética aún está presente en el país, lo cual se hace patente en la orilla este de río Dniéster, en la que se sitúa una autoproclamada república separatista que usa el ruso como idioma, llamada Transnistria. Las tensiones políticas entre ambos territorios siguen estando presentes hoy en día.
En este momento el turismo no es la principal fuente de ingresos del país por lo que podrás disfrutar mejor de todas las cualidades de Moldavia como su clima agradable o sus paisajes ya que era conocido como el Jardín de la Unión Soviética. En resumen, Moldavia es un lugar especial para visitar en un viaje totalmente novedoso.
Qué hacer en Moldavia
La ciudad de Chisináu tiene multitud de actividades culturales que puedes disfrutar y el ambiente que se respira es único en Europa. Con un buen itinerario podrás descubrir sus plazas, parques, iglesias y restaurantes que te permitirán entender la idiosincrasia única de la capital.
En esta misma ciudad podrás encontrar fabulosos museos y entre todos ellos, el mejor es el Museo Nacional de Arqueología e Historia cerca de la Catedral de Parcul. Entre la colección de este museo podrás encontrar restos arqueológicos como piezas procedentes de excavaciones o de colecciones privadas y algunas armas y armaduras de los siglos XVI al XX provenientes sobre todo de Rusia. También verás algunas piezas proceden del complejo arqueológico de Orheiul Vechi, a 60 kilómetros de la capital, el cual te recomendamos que visites por ser un lugar impresionante y de gran belleza.
Por todo el país hay bodegas maravillosas que podrás visitar y dónde podrás degustar algunos de los mejores vinos de Europa. Como la bodega de Milestii Mici, en la capital, que es una de las más valoradas por los turistas y por los aficionados al vino.
Descubrirás muchos lugares remotos y pintorescos en el interior del país como los pueblos de Saharna e Ivancea. Para saber algo más acerca de la historia del país, lo mejor es visitar Bendery, donde todavía podrás encontrar las huellas de la guerra civil moldava de 1992, tras la caída de la Unión Soviética. La ciudad de Tiraspol, cerca de la frontera con Ucrania, permanece impertérrita en el tiempo con una arquitectura marcadamente soviética, tanques blindados y estatuas de líderes rusos como Lenin o Suvorov.
Qué comer
La gastronomía moldava es muy variada debido a las diferentes culturas que han habitado el país a lo largo de su historia, como los rusos, griegos, alemanes y ucranianos.
Como no podía ser de otro modo, el hecho de que el país fundamente su economía en la agricultura, juega un papel clave en el menú moldavo por lo que podremos encontrar ingredientes principales como las frutas locales, sobre todo uvas, hortalizas y los derivados de la leche. El brynze es un queso de cabra muy popular que se utiliza tanto para preparar con las comidas como de aperitivo.
Carnes como la ternera, el cerdo, el pollo o el cordero, así como los pescados, son muy habituales en los menús y siempre están acompañados de verduras, frutas y, por supuesto, vino. Las frutas son muy comunes en el postre y pasteles como el halva de Moldavia que se preparan con el vino del país y con nueces.
Clima
Moldavia disfruta de un clima suave continental con una gran cantidad de días soleados debido a su proximidad al Mar Negro. Los veranos son largos y cálidos, con una temperatura media de 26º C. Los inviernos son suaves y secos, concentrándose la época de lluvias en el mes de octubre principalmente.
Los meses de mayo a septiembre son meses muy fiables en cuanto al clima estable y soleado por lo que es una buena época para disfrutar de una estancia agradable en Moldavia.
Cómo llegar a Moldavia
Moldavia es un país pequeño por lo que cuenta solo con dos aeropuertos principales. La mayoría de visitantes vuelan hasta el aeropuerto de la capital, hasta el aeropuerto de Chisináu. Se encuentra a tan solo 13 kilómetros del centro de la ciudad y recibe con frecuencia vuelos de líneas aéreas procedentes desde España. El otro aeropuerto, que se encuentra en la región noroccidental del país, es el aeropuerto de Bălţi.
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Lo que no te debes perder de Moldavia
- Cojusna –Situada en las afueras de la capital, Cojusna es una de las grandes ciudades vinícolas que hay en Moldavia. En este lugar podrás disfrutar de un ambiente tranquilo, excursiones interesantes y precios muy atractivos. Su buena ubicación hacen que esta sea una visita casi obligada. Esta localidad es uno de los mejores lugares para degustar el vino moldavo que tan importante es para la economía y la cultura del país.
- Chisináu – En la capital, un paseo por el centro de la ciudad es lo primero que debes hacer, pues es la mejor manera de ver y entender Moldavia, disfrutando de su arquitectura. Los lugares de mayor interés de la capital son la Catedral de la Natividad, el Parque de la Catedral y el Palacio Presidencial.
- Saharna –A tan solo una hora de distancia de la capital se encuentra Saharna que es el lugar perfecto para relajarse y escapar de el ambiente más activo de Chisináu. Este hermoso pueblo está rodeado por un paisaje natural con frondosos bosques y abundantes cascadas. El famoso monasterio que se ubica en este lugar es de vista obligada.
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