Viaja hasta Lisboa, ¡y déjate sorprender! Esta ciudad es única. Y así también te lo parecerá su singular ubicación entre colinas que, a su vez, ofrece espectaculares vistas panorámicas.
El patrimonio natural, y arquitectónico, aquí forman el tándem perfecto. Y si lo que te apetece es empaparte de la historia y la cultura propia de esta ciudad, te encantará visitar el barrio de Bélem, con zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y, también, el de Alfama, el más antiguo de Lisboa.
Este destino es totalmente diferente a todo lo que hayas visto hasta ahora, ¿estás preparado para conocerlo?
Bélem: descubre el rico patrimonio que posee Lisboa
Situado en un hermoso entorno, a los pies de la desembocadura del Tajo. Posee buenas conexiones con el resto de la ciudad. Puedes llegar hasta aquí con la línea 15 del tranvía, o con la 728 del autobús urbano.
Rememora la etapa dorada de la ciudad, la conocida como la Época de los Descubrimientos. Encontrarás algunos monumentos del siglo XVI, construidos bajo las órdenes del rey Manuel I. A continuación te desarrollaremos dos de ellos, ambos nombrados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Torre de Bélem
Creada como fortaleza, garantizaba la protección de la entrada al puerto a través del Tajo. Ése es el motivo por el que ha situado su ubicación en la antigua playa de Restelo, punto de partida de las carabelas hacia otros continentes.
Francisco Arruda fue su arquitecto, con una experiencia muy marcada en Marruecos. De ahí, a que esta construcción posea clara influencia árabe, que se deja ver en elementos como los arcos, los balcones y las cúpulas de la torre.
Los cañones del interior de su baluarte rememoran los orígenes defensivos de esta construcción, que posteriormente actuó como centro de recaudador de impuestos y, también, como prisión.
Monasteiro dos Jerónimos
Construcción creada para conmemorar el regreso de Vasco de Gama de la India. Sin embargo, su nombre rinde homenaje a los monjes de la Orden de San Jerónimo, a los que ofreció residencia durante sus primeros años.
Este monasterio acoge una iglesia, que recomendamos que visites y observes con detalle, además de un claustro. Dentro de este último observarás una decoración llena de elementos marítimos. Tampoco debes dejar de visitar su patio central, que fue restaurado recientemente. En su ala oeste encontrarás el Museo de la Marina. Y, en una extensión construida en el siglo XIX, encontrarás el Museo de Arqueología, que ofrece una importante colección.
Como dato curioso te podemos contar que, tanta relevancia posee este edificio, que en 2007, aquí se firmó el tratado de Lisboa de la Unión Europea.
Alfama: la parte más histórica de Lisboa
La zona que hoy conocemos como Alfama era la antigua Lisboa. La ciudad nació tan solo comprendida por esta zona. Por tanto, posee un alto valor histórico, debido a sus orígenes y a su espíritu de supervivencia.
La ciudad de Lisboa se vio sacudida por un fuerte terremoto en el año 1755, que afectó a algunos de los monumentos de este barrio que, posteriormente, se reconstruyeron.
Castelo de São Jorge
Antigua fortificación musulmana. Reconquistada por el primer monarca de Portugal, Alfonso Henríquez, a mediados del siglo XII. Entonces pasó a convertirse en Palacio Real, siendo escenario de importantes acontecimientos sociales de la ciudad.
Una de las formas más cómodas para subir hasta este castillo, es a través del ascensor que encontrarás en la Baixa. Una vez hayas subido, accederás hasta sus instalaciones bajo el Arco de San Jorge. Una vez dentro, pasea entre sus once torres, su patio de armas, sus calabozos… Accede hasta la Puerta de Moniz, en homenaje a uno de los caballeros, situada en la Praça Nova. Y recorre sus espectaculares jardines, por los que también pasean patos y pavos reales.
Pero, si quieres obtener una gran panorámica de la ciudad en 360º, no dudes en acercarte hasta la Torre de Ulises. Podrás hacerlo a través del periscopio de Da Vinci que allí encontrarás. Y, si deseas realizar una completa fotografía panorámica de Lisboa, podrás hacerlo desde lo alto de las murallas de este castillo.
Catedral de Lisboa
También conocida como Catedral de Sé. Al contrario que, el Castelo de São Jorge, sí sobrevivió al terremoto. Se levantó sobre una antigua mezquita, tras la reconquista de la ciudad.
Posee estilo románico, y es originaria del siglo XII. Pero ésta no siempre ha tenido la condición de catedral. No la obtuvo hasta dos siglos después de su creación.
La grandiosidad de este monumento la consigue a través de su variedad de estilos. Sin duda, sus dos torres externas y su gran rosetón delatan su influencia románica. Éste contrasta totalmente con su interior oscuro y austero propio del estilo gótico, en el que descansan los restos de San Vicente en el interior de un ataúd.
Hasta aquí podrás llegar con la línea 28 del tranvía de la ciudad.
Casas de Fado
El barrio de Alfama fue testigo del nacimiento del Fado. Imaginamos que sabes a qué nos referimos. Si no es así, te explicamos… El Fado es el estilo de música folclórica más popular de Lisboa. Sin duda, se trata de uno de los sellos de identidad de esta ciudad. Y, por ello, te recomendamos que seas espectador de alguna de sus actuaciones. Por supuesto, no hay mejor zona en Portugal para hacerlo que ésta.
Encontrarás varios locales que te permitirán tomar una copa mientras disfrutas de este espectáculo e, incluso otros, en los que poder cenar. Si nos dejas que te hagamos una recomendación: debes visitar Clube de Fado, situado junto a la catedral. Local que ha conseguido mucha fama, debido a los grandes espectáculos que ofrece. Además podrás disfrutar de ricas delicias culinarias locales.
También podrás visitar la Casa Museo de Amália Rodrigues, situada en la la Rúa de São Bento. En ella se muestran los recuerdos más representativos de la cantante más famosa de Fado que ha tenido Lisboa.
Cómo llegar a Lisboa
Sin duda, toda la tradición que ofrece esta ciudad portuguesa contrasta con la modernidad del aeropuerto internacional de Lisboa. Tanto en las zonas de salida, como de llegada, encontrarás cambio de divisas, así como distribuidores de billetes automáticos. Y, por supuesto, variedad de servicios de restauración.
Está situado a unos 6 kilómetros del centro de Lisboa. El traslado está estimado en unos 20 minutos. Este tiempo no irá a más, si contratas los servicios de una empresa de traslados que te lleve nada más aterrizar hasta tu alojamiento en la ciudad.
Dónde alojarse en Lisboa
Britania Hotel (****), Lisboa: Hotel originario de 1940, bellamente decorado. Dispone de habitaciones grandes, limpias y cómodas, con baños bien equipados. Su ubicación se encuentra próxima al centro de la ciudad. Posee aparcamiento.
Bessa Hotel Liberdade (****), Lisboa: Se trata de un alojamiento elegante, situado en el centro de la ciudad. Posee unas completas instalaciones, ya que dispone de piscina cubierta, gimnasio, baño turco y sauna. También posee una completa oferta de ocio infantil.
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