Si estás pensando disfrutar de una escapada con los niños pero no quieres soportar un viaje en avión largo para llegar hasta allí, Dublín puede ser el destino ideal para todos. Aunque Irlanda muchas veces sea conocida por su vida nocturna y por sus deliciosas cervezas, es también un lugar ideal para los niños pequeños y para que estén más en contacto con la naturaleza.
En el centro de la ciudad de Dublín, en el punto intermedio entre la afamada universidad Trinity College y el parque St. Stephen´s Green, se sitúa Merrion Square. Una visita obligada, si deseas empaparte de la cultura local, que te ocupará todo un día.
La impresionante ciudad de Dublín es, además de la capital de la República de Irlanda, la ciudad más poblada del país y un lugar muy divertido donde encontrarás un montón de opciones para disfrutar de tus vacaciones y donde descubrirás lugares repletos de cultura y rincones espectaculares que visitar.
Siempre existe una buena excusa para viajar hasta Dublín. Se trata de una de las capitales más grandes de Europa y, por tanto, atesora muchas joyas qué ver. Sin duda, es un destino perfecto para los amantes de la cultura, la literatura y el ocio, ¡no encontrarás otro lugar en el planeta que reúna tantos pubs, con auténtica cerveza, como los que hay aquí! Pero Dublín también es la ciudad de la fiesta…
Irlanda es uno de los países más hermosos de toda Europa. Sus verdes y pintorescos paisajes y su gente amable y divertida te ofrecen una de las mejores bienvenidas que puedas recibir en el mundo. Esta pequeña islas se encuentra en el Atlántico norte, al este de Gran Bretaña, y en sus tierras podrás encortrar desde inmensas llanuras a caudalosos ríos, pasando por montañas y playas rocosas. Lo mejor de este país es que es fácil de ver pues no tiene un gran tamaño y podrás encontrar todo lo que buscas en unas vacaciones, desde la diversión de las grandes ciudades, a la relajada vida rural. La República Irlandesa es un país encantador y muy romántico, perfecto para explorar en bicicleta o a pie.
Halloween es una fiesta de origen celta que se celebra la noche del 31 de Octubre en países como Canadá, Estado Unidos, Reino Unido e Irlanda. Las raíces de este festejo están relacionadas, en primer lugar, con la celebración del Samhain en la que homenajea el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y se considera también el inicio del Año Nuevo Celta. De hecho, el nombre de Samhain significa «fin del verano». También existe un vínculo
