Eslovaquia es un país independiente desde que se separara de la República Checa hace más de 20 años. Con el fin del comunismo también llegó el de Checoslovaquia. Si no dispones de muchos días de vacaciones, la extensión de este país te resultará perfecta, ya que podrás ver muchas cosas en poco tiempo. Pero no por ello deja de tener opciones muy variadas: un día podrás hacer senderismo en las montañas y al siguiente descubrirás los secretos de su encantadora capital, Bratislava. Orgullosos de su patrimonio, los eslovacos cuidan de su cultura popular y mantienen vivo el espíritu de los pequeños pueblos medievales que aún se conservan.
Qué hacer en Eslovaquia
Para comenzar tu viaje por Eslovaquia, Bratislava es un buen lugar. Esta pequeña y peculiar ciudad está repleta de museos modernos y cafeterías animadas donde poder vivir un ambiente distendido y disfrutar de este país tan acogedor. Cerca del casco antiguo de la ciudad está el Castillo de Bratislava que, aunque fue totalmente destruido a causa de un incendio en 1811, ha sido reconstruido en la década de 1950. En este monumento podrás disfrutar de las vistas desde la muralla y de un pequeño museo.
Otro importante castillo del país es el Castillo de Devín, situado en una posición estratégica, en alto, en la confluencia de los ríos Danubio y Morava y símbolo de los eslovacos desde el siglo XIX. No debes perderte este interesante monumento cuyas paredes cuentan la historia de Eslovaquia.
El arte popular forma parte importante de la cultura eslovaca y es una de las principales razones para salir de compras. El principal lugar donde deberás dirigirte es Úľuv. En esta zona encontrarás multitud de estudios de artistas donde podrás adquirir piezas únicas. Pero si debes escoger una sola cosa, no dejes de llevarte a casa un šupolienky, una figura realizada con cáscara de maíz.
A pesar de ser un país de poca extensión, tienes muchas posibilidades de disfrutar de un entorno natural para hacer senderismo. Antes de organizar tu ruta, te aconsejamos que pongas en tu lista las ciudades medievales de Levoča o Bardejov.
Qué comer
La cocina eslovaca no es demasiado conocida pero, sin duda, existen algunos platos que son tradicionales de Eslovaquia y no vas a encontrar en ningún otro país. Los menús eslovacos son abundantes y con ingredientes tradicionales y nada ostentosos. La carne es el ingrediente estrella de muchos platos así como las patatas, las albóndigas o las salsas. La col es la verdura más usada y popular y se sirve normalmente hervida, para hacer chucrut o como elemento en la sopa.
Te recomendamos que no dejes de probar platos como el halušky, que son una especie de ñoquis. La receta más sabrosa es el bryndzové halušky, que está hecho con queso de oveja, tocino, cebollino o eneldo. El pescado se come por lo general frito y aunque los amantes de la ensalada no van a encontrar variedades de este plato, se suele servir como acompañamiento del pescado una ensalada de patata muy rica.
El Žemľovka es el postre favorito de los eslovacos. Está elaborado con manzanas, pan, leche y azúcar, una receta sencilla pero deliciosa.
El clima
El clima continental es el predominante en Eslovaquia, lo que significa que los veranos son calurosos pero cortos y las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 20 ºC. Los inviernos, por el contrario, son más largos y fríos, con precipitaciones en forma de nieve. La primavera es la estación del año perfecta para visitar el país pues cuenta con un clima muy agradable y las plantas están en flor, lo que le otorga un encanto especial a los rincones de este magnífico país.
Cómo llegar a Eslovaquia
El aeropuerto de Bratislava es el principal aeropuerto de Eslovaquia y cuenta con vuelos diarios desde las principales ciudades europeas. Varias aerolíneas de bajo coste ofrecen vuelos económicos y directos hasta la capital del país eslovaco desde varios aeropuertos españoles como el de Madrid o el de Barcelona, entre otros.
En el país existen otros dos aeropuertos que también están bien conectados como son el de Kosice y el de Poprad-Tatry. Desde cualquiera de estos aeropuertos puedes reservar con antelación un traslado con Shuttle Direct y, de esta forma, llegar hasta tu alojamiento en cualquier ciudad eslovaca con seguridad y eficacia.
El viaje en tren es muy bonito y recomendable, además de ser un transporte eficiente. Puedes hacer el viaje desde varias ciudades europeas como Praga, Berlín o Viena. Si lo prefieres también puedes viajar en autobús desde estas y otras ciudades. Cualquiera que sea tu elección para llegar al país, dispondrás de un servicio de traslado con Shuttle Direct.
Lo que no puedes perderte en Eslovaquia
Košice. Es la segunda ciudad más grande del país y su fundación se remonta al siglo XIII. Este pequeño rincón de Eslovaquia está repleto de historia y es la ciudad que tiene más monumentos de todo el país, ente los cuales se encuentra la catedral de Santa Isabel.
Levoča. Es una hermosa ciudad con un centro histórico de visita obligada. Es el sitio ideal para pasear pues sus calles son pequeñas, con mucho colorido y un encanto especial. Te proponemos que hagas una visita al antiguo ayuntamiento y a la Iglesia Luterana y Evangélica de San Jaime.
Štrbské pleso. Situado en los Altos Tatra, este lago glaciar de montaña forma parte del Parque Nacional de Tatra, en el pueblo con el mismo nombre. Es el lugar ideal para disfrutar de una tarde de paseo. El lago suele estar congelado durante el invierno, incluso hasta el mes de marzo.
Sobre Shuttle Direct
Shuttle Direct es el proveedor de servicios de traslados de Eslovaquia, el resto de Europa y el norte de África. Reservar con antelación un traslado desde el aeropuerto hasta tu alojamiento es una gran idea para viajar seguro y rápido. Las reservas se hacen mediante la plataforma segura de nuestra web y nuestros conductores estarán esperándote a tu llegada.