Innsbruck, situado en El Tirol austriaco, es un destino muy propicio para los meses de invierno que se avecinan. Si te trasladas hasta aquí en esas fechas, sin duda, encontrarás múltiples opciones para esquiar, ¡no las desaproveches!
Sin embargo, los atractivos que ofrece este lugar va más allá de las zonas de esquí y la nieve. Esta tradicional población conserva intactas sus costumbres. Déjate seducir por los sabores locales, ¡te encantarán! También te fascinarán sus calles y sus majestuosos edificios que aún evocan el origen imperial de la ciudad.
¿Aún sigues contando a tus hijos cuentos de emperadores y princesas? Entonces, viaja con ellos hasta Innsbruck. ¡Se sentirán como verdaderos protagonistas de leyenda!
Comprueba la majestuosidad del palacio imperial
Sin duda el Hofburg, tal como aquí se le conoce al palacio imperial, será parada obligada en tu recorrido si visitas Innsbruck. ¡Te encantará su grandiosidad!
Originario del siglo XVI, de estilo gótico. Fue construido bajo el mandato del emperador Maximiliano. Dos siglos más tarde, fue adquirido por la emperatriz María Teresa, que ordenó la renovación del edificio, en estilo gótico vienés.
Estas instalaciones han sido testigo de importantes acontecimientos en la historia, como lo fue la boda de Leopoldo II y María Ludovica de Borbón en 1765. Ese año el palacio fue testigo de otro trágico suceso: la muerte del emperador Francisco I, que marcaría un antes y un después. Su viuda, la emperatriz Maria Teresa, convirtió la cámara en la que murió su esposo en una capilla. Aún hoy podrás observarla en tu visita, aunque a un tamaño más reducido.
Y otra renovación (ésta en el siglo XIX) fue ordenada por el gobernador de Innsbruck, el archiduque Carlos Luis de Austria. En este caso, atañe a los apartamentos privados de los que la emperatriz Elisabeth, Sisi, haría uso.
A partir de 1918, y con la monarquía ya finalizada, este palacio imperial pasó a manos del estado y su administración a cargo del Ministerio Federal de Economía. Algunas de sus estancias las utiliza el Estado para eventos de representación.
Sus paredes muestran parte de la historia los quienes han habitado estos aposentos, así como del país. Encontrarás pinturas de batallas en el Salón de Guardia, así como retratos de la familia real en el conocido como Gint´s Hall.
Descubre un monumento de altura: el Castillo de Ambras
No tendrás dificultad para encontrarlo, pues está situado en lo alto de la colina. Y éste es visible prácticamente desde cualquier punto de la ciudad. Se trata de un reflejo de la arquitectura austriaca del Renacimiento.
No solo te impactará su aspecto exterior, también lo hará su tesoro interior. Y es que alberga una interesante galería de arte, impulsada por el archiduque Ferdinand II. En ésta encontrarás retratos de gobernantes de los Habsburgo, que datan desde el siglo XIV hasta el XVIII. Y, también, de otras personalidades como lo son Cranach, van Dyck y Rubens.
Más allá de los retratos, aquí también serás testigo de una impresionante colección de vidrio Strasser del mimo castillo perteneciente a la época del Renacimiento y el Barroco, además de una colección de armaduras.
Si viajas en familia, y con niños, pásate por aquí un sábado por la tarde. Tus hijos no solo podrán escuchar interesantes historias acerca de antiguos caballeros y tesoros escondidos. También podrán encontrar los suyos propios, que la organización esconderá en cualquier estancia d este edificio o en sus terrenos adyacentes.
Está abierto todos los días entre las 10 y las 17 horas, produciéndose el último pase a las 16.30 horas.
Obtén unas vistas soberanas desde el Tejadillo de Oro
Espectacular mirador, que data del siglo XVI, bajo las órdenes del emperador Maximiliano I. Debe su nombre a que está recubierto por 2657 tejas de cobre doradas al fuego.
Al emperador le encantaba observar, a través de este mirador, el movimiento que las calles del casco antiguo recogían, así como las vistas sobre la ciudad. Por supuesto, en ese momento el acceso aquí estaba totalmente restringido.
Afortunadamente ahora se trata de un lugar totalmente accesible. Desde éste podrás observar, como fondo de la hermosa estampa de la ciudad entre las fachadas de estilo gótico-tardío, la colosal cordillera Nordkette.
Curiosidad: Cada una de estas tejas de cobre doradas está valorada en 1.500 euros. Por ese motivo, se han producido algunos intentos de robo durante los últimos años. En 2007 se intercambió una de las tejas doradas por otra de madera procedente de un granero del valle Wipptal. Y, en 2012, desaparecieron ocho de estas tejas, que posteriormente fueron apareciendo por diferentes lugares de Innsbruck.
El Museo del Tejadillo de Oro: un viaje al pasado
En el interior de este museo encontrarás elementos interactivos a través de los que se realiza una crónica de la historia de la ciudad. Y, a través de ésta, se destacan todas las luces y sombras de la misma: una población con nobles, burgueses pero, también, con mendigos. Y en la que, también, era frecuente observar combates y violentas disputas.
Y para vivir todo esto más de cerca el bufón de la corte del emperador Maximiliano I estará muy próximo a los niños en esta gran aventura. Estimularán su creatividad a través de libros y juegos que les ayudarán a adentrarse más en la apasionante historia de esta gran ciudad.
Cómo llegar a Innsbruck
Durante tu viaje aterrizarás en el aeropuerto de Munich, el cual no se sitúa nada próximo. Son más de 200 kilómetros la distancia que los separa.
El trayecto no será corto. Se extenderá durante más de dos horas, si te desplazas a Innsbruck de manera directa. Para no prolongar más aún este largo tiempo, la mejor opción es que contrates los servicios de una empresa especializada en traslados.
Dónde alojarse
Hotel Goldene Krone (***), Innsbruck: Se trata de un céntrico establecimiento, situado a trescientos metros del casco antiguo y a cinco minutos de la estación de tren. Todas las habitaciones disponen de escritorio, TV de pantalla plana vía satélite y baño. Podrás hacer uso del Wi-Fi gratuito en todas sus instalaciones. También dispone de un restaurante italiano a la carta.
Hotel Mondschein (****), Innsbruck: Situado junto al río Eno, frente al Puente de la Ciudad Vieja. Todas sus habitaciones disponen de aire acondicionado cómodas camas y minibar. Los clientes disfrutarán de conexión Wi-Fi gratuita en todas las instalaciones. No te pierdas el desayuno buffet, que se sirve en un coqueto comedor con vistas al casco antiguo.
Sobre Shuttle Direct
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