5 lugares que no te puedes perder si visitas Vilna

Vilna es la capital de Lituania y está situada al sureste del país. Lituania es el país más meridional del continente europeo y pertenece a la Unión Europea desde hace muy poco tiempo, desde el 2004.

Lo más hermoso de Vilna son sus contrastes. Puedes encontrar desde grandes barrios, propios de las más grandes ciudades de Europa, hasta espacios verdes, llenos de árboles y colinas.  El centro de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad y su arquitectura refleja la mezcla de culturas que la influencian que van desde la arquitectura rusa a la del sur de Europa.

Vilna es una ciudad vibrante, llena de estudiantes que se preocupan por convertir los edificios históricos de la ciudad en el centro de la diversión.

Si estás pensando en Vilna como destino en tus vacaciones, te aconsejo que tomes buena nota de las recomendaciones que te vamos a dar a continuación. Te aseguramos que vas a disfrutar al máximo.

Cómo llegar a Vilna

Antes de saber más sobre esta magnífica ciudad, te decimos cómo llegar hasta Vilna.

El Aeropuerto de Vilna está a tan sólo 7 kilómetros del centro de la ciudad. Este moderno aeropuerto recibe casi dos millones de pasajeros anuales y es el mayor de los cuatro aeropuertos principales que tiene Lituania.

Desde el aeropuerto te aconsejamos reservar un traslado hasta la ciudad, que es la manera más fácil y cómoda de viajar hasta tu alojamiento en Vilna. Una vez estés instalado, la mejor opción para moverse es a pie o con el autobús público que te llevará a donde desees por muy poco coste.

Dónde alojarse

Una vez que ya sabes como llegar a Vilna, te aconsejamos dónde dormir en esta maravillosa ciudad.

The Corner Hotel: Este hotel es una buena opción si tu presupuesto es ajustado. Tiene habitaciones muy modernas y está en pleno centro de la ciudad de Vilna. Las habitaciones son cómodas y no escuchas los ruidos, disponen de televisión y WiFi. Muy cercano a todos los servicios de la ciudad.

Hotel Apia: Por un poco más puedes estar alojado en el casco antiguo de Vilna. La decoración es clásica pero las habitaciones son acogedoras, tienen suelo de madera y calefacción por suelo radiante. Hay conexión WiFi gratuita en todo el hotel y las habitaciones tiene televisión. Puedes disfrutar de la estancia en este hotel y del desayuno y el spa en el hotel de cinco estrellas Narutis, a muy pocos pasos de distancia.

Kempinski Hotel Plaza de la Catedral: Situado en un edificio de más de cien años de antiguedad totalmente reformado y en el centro del casco antiguo. Las habitaciones son muy modernas y elegantes, con aire acondicionado y conexión WiFi. El hotel tiene un centro de spa. Con magnificas vistas a la ciudad, el hotel cuenta con una piscina al aire libre, baño turco y bañera de hidromasaje. Cuenta con un restaurante excelente con vistas a la plaza de la catedral.

5 lugares que no te puedes perder de Vilna

1. Sus iglesias. Si Vilna es conocida por algo es por sus numerosas iglesias. Aunque anteriormente había muchas más, aún hoy podemos encontrarnos más de cien en toda la ciudad. Para muestra, un botón. El edificio en torno al que gira la ciudad es la Catedral. La Catedral fue construida en 1.251, de marcado estilo gótico, construida por mandato del rey Mindaugas.

La iglesia de Santa Ana es otra de las iglesias importantes de la ciudad, también de estilo gótico aunque los altares son de estilo barroco. Esta iglesia fue el capricho de Napoleón, tanto que quiso trasladarla a Francia.

La iglesia de San Casimiro es una iglesia con una historia especial. Durante la ocupación rusa del país, el cristianismo fue prohibido y se utilizaron las iglesias para otros menesteres que no fuera lugares de culto cristiano. En el caso de esta iglesia, se convirtió en un museo en el que el tema era el ateísmo.

En la actualidad sólo queda una sinagoga. Con anterioridad había numerosas sinagogas por toda la ciudad pues la mitad de su población era judía.

2. Su torre de televisión. La torre de televisión de Vilna es uno de los edificios más característicos de la ciudad. Es una de la más grande de Europa, se puede ver desde fuera de la ciudad, y cuenta con un museo y una cafetería. Una estupenda excursión para toda la familia. La cafetería, situada a setenta metros de altura, te permitirá admirar la magnífica vista de toda la ciudad de Vilna.

En el museo podrás descubrir la historia de la independencia de Lituania de la Unión Soviética y del importante papel de esta torre en esta lucha.

3. El Castillo de Gediminas. Este es el castillo de la ciudad y hoy en día es utilizado como museo que muestra la historia de Vilna. Si subes a su torre podrás disfrutar de una magnífica vista de la ciudad que te permitirá admirar los contrastes entre los edificios y la naturaleza de Vilna.

El castillo original es de 1.315 pero ha tenido que ser restaurado en varias ocasiones por los numerosos incendios que lo destruyeron.

4. El Palacio del Gran Duque de Lituania. Junto a la Catedral se sitúa este palacio que data del siglo XV. En la actualidad este palacio se usa como museo de historia contemporánea de Lituania. El palacio se divide en dos partes en las que se muestra la historia del palacio a lo largo de los años y las diferentes salas del palacio con todos los tesoros de los duques.

5. El Museo de la KGB. Esta antigua sede de la KGB muestra las huellas que dejaron la Alemania Nazi y la Unión Soviética a su paso por Vilna. En las paredes exteriores se muestran los nombres de los lituanos que murieron durante esta negra parte de la historia del país. La parte más estremecedora del este museo son las cámaras de tortura por las que pasaron más de un centenar de personas hasta el abandono soviético en 1.991.

Esperamos que nuestras recomendaciones os sirvan para aprovechar al máximo vuestra visita a Vilna. Os esperamos en esta magnífica ciudad lituana.

Imagen de cabecera: “Vilnius” by David Kosmos Smith is licenced under CC BY-NC-ND 2.0
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